Hoy mi día fue muy bonito pero un poco cansado, estuve pensando en que ya me está empezando a "pasar la factura" el viajar tanto para ir a la Universidad, en que sería mejor el vivir mas cerca o no estudiar tan largo, ya que levantarse a las 3:30 am me resulta demasiado cansado, pensé que ya estaba acostumbrado pero parece que no, mi cuerpo estuvo aguantando pero todo parece que poco a poco rindo menos, duermo mal, no descanso lo suficiente y se me dificulta cumplir con los trabajos asignados... Usualmente me cuesta levantarme y me da pereza ir; para justificar mi actitud he hablado últimamente con personas que viven una situación parecida a la mía, y en efecto todos apoyan mi conclusión y se sienten un poco identificados, pero si embargo, por las cosas de la vida venia en el autobús hablando con una muchacha de lo difícil que es estudiar y de lo que cuesta entrar a la carrera universitaria que realmente uno desea, y en ese preciso momento como que una inquietud entro en mi corazón y en mis adentros repetía, no seas tan mal agradecido y quejoso, la vida te ha dado la oportunidad de estudiar, de entrar a la mejor U del país y de estudiar las carreras que deseas y tu sintiendo pereza y desanimandote... Verdaderamente el pensar en eso, abrio la puerta para cambiar de actitud y pensar de una manera diferente, agradeciendo por la oportunidad que tengo de ser profesional, de poder levantarme y emprender mi recorrido (un poco lleno de presas) hacia la U y el de sentir que mi madre se siente orgullosa de mi por verme persiguiendo mis sueños... Creo que esa es la lección aprendida intentaré quejarme menos y vivir mas.
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